La oración del Señor contiene siete peticiones a Dios Padre. Las tres primeras, más teologales, nos atraen hacia Él, para su gloria, pues lo propio del amor es pensar primeramente en Aquel que amamos. Estas tres súplicas sugieren lo que, en particular, debemos pedirle: la santificación de su Nombre, la venida de su Reino y la realización de su voluntad. Las cuatro últimas peticiones presentan al Padre de misericordia nuestras miserias y nuestras esperanzas: le piden que nos alimente, que nos perdone, que nos defienda ante la tentación y nos libre del Maligno.
Veja este tema no Catecismo
Párrafo 2803
2803.Después de habernos puesto en presencia de Dios nuestro Padre para adorarle, amarle y bendecirle, el Espíritu filial hace surgir de nuestros corazones siete peticiones, siete bendiciones. Las tres primeras, más teologales, nos atraen hacia la Gloria del Padre; las cuatro últimas, como caminos hacia Él, ofrecen nuestra miseria a su gracia. “Abismo que llama al abismo” (Sal42, 8).
Párrafo 2804
2804.El primer grupo de peticiones nos lleva hacia Él, para Él: ¡tuNombre,tuReino,tuVoluntad! Lo propio del amor es pensar primeramente en Aquél que amamos. En cada una de estas tres peticiones, nosotros no “nos” nombramos, sino que lo que nos mueve es “el deseo ardiente”, “el ansia” del Hijo amado, por la Gloria de su Padre,(cfLc22, 14; 12, 50): “Santificado sea [...] venga [...] hágase [...]”: estas tres súplicas ya han sido escuchadas en el Sacrificio de Cristo Salvador, pero ahora están orientadas, en la esperanza, hacia su cumplimiento final mientras Dios no sea todavía todo en todos (cf1 Co15, 28).
Párrafo 2805
2805.El segundo grupo de peticiones se desenvuelve en el movimiento de ciertas epíclesis eucarísticas: son la ofrenda de nuestra esperanza y atrae la mirada del Padre de las misericordias. Brota de nosotros y nos afecta ya ahora, en este mundo: “danos[...]perdónanos[...]no nos dejes[...]líbranos”. La cuarta y la quinta petición se refieren a nuestra vida como tal, sea para alimentarla, sea para sanarla del pecado; las dos últimas se refieren a nuestro combate por la victoria de la vida, el combate mismo de la oración.
Párrafo 2806
2806.Mediante las tres primeras peticiones somos afirmados en la fe, colmados de esperanza y abrasados por la caridad. Como criaturas y pecadores todavía, debemos pedir para nosotros, un “nosotros” que abarca el mundo y la historia, que ofrecemos al amor sin medida de nuestro Dios. Porque nuestro Padre cumple su plan de salvación para nosotros y para el mundo entero por medio del Nombre de Cristo y del Reino del Espíritu Santo.
Párrafo 2857
2857.En el Padre Nuestro, las tres primeras peticiones tienen por objeto la Gloria del Padre: la santificación del nombre, la venida del reino y el cumplimiento de la voluntad divina. Las otras cuatro presentan al Padre nuestros deseos: estas peticiones conciernen a nuestra vida para alimentarla o para curarla del pecado y se refieren a nuestro combate por la victoria del Bien sobre el Mal.
Acesse nossos estudos biblicos:
¿Qué es la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén descrita en Marcos 11:1-11?
¿Qué tan importante es el amor de Dios para nuestras vidas, según 1 Juan 4:8?
¿Qué podemos aprender de la victoria de Judit en Judit 16:1-3?
¿Cuál es el mensaje de redención presente en el libro de Abdías, específicamente en Abdías 1:17?
¿Qué importancia tiene la supremacía de Cristo según Colosenses 1:15-20?
¿Qué enseña Tito 2:7-8 acerca de la norma de conducta para la iglesia?
La Torre de Babel: ¿Qué nos enseña esta historia sobre la soberanía de Dios? (Génesis 11:1-9)