Dicha

– Término que significa felicidad suprema. Bienaventurados (o dichosos, dichosos, bienaventurados) los justos, como leemos en varios salmos:

Salmo 1 :1 : Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malos.

Sal 2:11 : ¿Por qué se alborotan las naciones? ¿Por qué los pueblos traman vanas tramas?

Salmo 33 :9: Gustad y ved qué bueno es el Señor, dichoso el hombre que en él se refugia.

Sal 39 : 5 : Bienaventurado el hombre que pone su esperanza en el Señor, y no sigue a los idólatras ni a los apóstatas.

Sal 83:13 : Oh Señor de los ejércitos, dichoso el hombre que en ti confía.

Sal 105 :3: Felices los que guardan los preceptos, los que en todo tiempo hacen lo recto.

Sal 127,1-3 : Felices los que temen al Señor, los que andan en sus caminos.

Sal 145 :5: Dichoso el que tiene por protector al Dios de Jacob, el que pone en Jehová su Dios su esperanza.

– También en otros libros sapienciales se le llama bienaventurado al que no hace el mal:

Pr 8:34 : ¡Feliz el hombre que me escucha, que vela cada día a mi puerta y guarda los postes de mi casa!

Pr 16:20 : Quien escucha atentamente la palabra encuentra la felicidad; bienaventurado el que confía en el Señor.

Eclo 1,10.18 : Esta religión guarda y santifica el corazón; te trae satisfacción y alegría.

Eclo 14,22 : Dichoso el hombre que persevera en la sabiduría, que se ejercita en la práctica de la justicia […].

Eclo 25,9-16 : Nueve cosas se presentan a mi espíritu, que tengo por felices.

Eclo 26,1 : Dichoso el hombre que tiene una buena mujer, porque el número de sus años se duplicará.

Eclo 31,8 : Bienaventurado el rico que fue hallado sin mancha, que no corrió tras el oro.

Sab 3,13-14 : Feliz la mujer estéril, pero limpia de toda mancha […] Feliz el eunuco cuya mano no ha hecho mal.

– Entre los diversos pasajes del NT en los que aparece el concepto de bienaventuranza, el más conocido es el Sermón de la Montaña. Dos evangelistas lo presentan desde diferentes perspectivas:

Lc 5–7 : ¡Bienaventurados los pobres de corazón, porque de ellos es el Reino de los Cielos!

Lc 6,20-49 : ¡ Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios!

– Mateo, al dirigirse a sus compatriotas, se preocupó más por la interpretación plena de las leyes judías, demostrando que la nueva ley era superior porque profundizaba en su cumplimiento:

Mt 5,17 : No penséis que he venido a abolir la Ley o los profetas.

Mt 5,21-22.27.33.38.43 : Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y podrás odiar a tu enemigo.

Mt 6,1.5.7.16.19.22.24.25-34 : El ojo es la luz del cuerpo. Si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará iluminado.

Mt 7,1-28 : No juzguéis, y no seréis juzgados.

– Lucas escribe para los paganos y por eso no se detiene tanto en las prácticas religiosas de los judíos, sino en establecer entre las nuevas comunidades principios para una vida cristiana con esperanza puesta en la vida futura:

Lc 6,20-49 : ¡ Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios!